Después de 15 años de retiro y con 54 años de edad, Mike Iron Tyson regresó a los cuadriláteros demostrando que aún tiene poder en sus guantes y el respeto de sus rivales en los pesos pesados.
Al final de los ocho asaltos, a que estaba pactada la pelea, los jueces dieron un empate entre Tyson y Roy Jones Jr, quienes salieron satisfechos, aunque Tyson se vio mejor físicamente que su rival.
SIn duda fue un enfrentamiento que cautivó el mundo del box, con un sentimiento de nostalgia y morbo para conocer en qué condiciones llegaba el excampeón mundial, quien tiene el récord que haber ganado su primer cinturón a los 19 años de edad, para convertirse en el monarca más joven de los pesos pesados de toda la historia. Mike no decepcionó.
Como era de esperar no hubo estudio y Iron Mike salió hacia adelante, buscando a su oponente, sin ninguna excusa, mientras Jones intentaba poner distancia sus los jabs, su mejor arma de la noche.
Acostumbrado a imponer sus condiciones Mike llevó la iniciativa, mientras Jones muy atento esperaba para contra golpear, sin exponerse a un intercambio de golpes, sabiendo el poder de su adversario que físicamente se observó más fuerte y con mayor movilidad.
Jones de 51 años no fue ningún paquete, hay que recordar que fue campeón en cuatro divisiones diferentes. Su última pelea había sido el 8 de febrero del 2018, cuando derrotó al también estadounidense Scott Sigmon y fue elegido como el boxeador más sobresaliente de los 90.
“Mi deseo es hacer más eventos. Todo lo he logrado es gracias al trabajo y la disciplina en los entrenamientos. Me estoy buscando a mí mismo, quiero luchar por mi futuro como estoy acostumbrado a hacerlo. Dios está conmigo y vamos a seguir trabajando. Me sentí bie, quiero más eventos como este. Hoy mi estrategia era golpear más fuerte que el rival “, comentó Tyson.
El escenario para el retorno de Tyson fue el Staples Center, casa de los Lakers de Los Ángeles, campeones de la NBA, que albergó la reyerta con un diseño futurista y con tres jueces, en el caso del duelo Tyson-Jones que dieron la puntuación de sus tarjeta desde su casa, vía remota, entre ellos el excampeón del mundo, el estadounidense Vinny Pazienza.
La pelea fue pactada a ocho asaltos, de dos minutos cada uno, al igual que la rama femenino, algo que no le agradó a Tyson, quien deseaba pelear los tres minutos de un round normal. Tampoco se usó caretas en los peleadores, como es usual cuando no es oficial.